viernes, 10 de octubre de 2014

LIBERACIÓN

Reforzar el alma,
encontrar el camino,
saber qué es lo que está pasando,
despojar la mente de preguntar.
Transité caminos sinuosos,
no podía ver la calle siguiente a la emboscada
miles de montañas como domos.
Pregunté a un caminante
si sabía donde quedaba la curva 
que seguía luego de la penumbra,
pregunté por muchas calles y nadie supo contestarme.
La luz se escondió en una especie de eclipse eterno,
la niebla cubrió el paso,
no podía sacarme de la vista mis anteojos negros.
De repente una mañana desperté y todo se había ido,
un suave aroma a jazmines interpreto los rincones,
una rayo pequeño se filtró por la ventana
y me dió en la cara hasta que cubrió mi rostro.
Me levanté y caminé por el pasto hasta sentir un alivio,
respiré tan profundo como para liberar mi aura,
miré el cielo y su color celeste brillante alegró el día,
comencé a correr y no volví a perderme.

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