viernes, 2 de noviembre de 2012

Vida acuática

Qué lindo fuiste cuando en ese lugar decías que el tiempo no importaba, el reloj se detuvo y un instante parecía eterno. Y fue la única vez que sentí tu corazón tan cerca y te miré a los ojos y hablamos con la mirada. Y hacía frío afuera pero no dentro nuestro donde todo ardía. Y esa noche me dijiste "dale vamos, salgamos de acá y sigamos" y nunca más nos volvimos a ver. Nos perdimos en un laberinto de cuentos del que jamás pudimos escapar, y hoy no te busco pero cuando abro mi mente te encuentro y te escucho... te encuentro y te escucho y me pone feliz.

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