lunes, 6 de mayo de 2013

Atreverse

Todo mal,
juró que estaba todo mal
y ella no es de jurar.
Estaba a punto de llorar,
los días eran grises y aletargados,
todo estaba realmente mal.
Y fue un momento,
un instante,
un segundo.
Todo cambio en un parpadeo,
y todo eso que dolía desapareció,
todo eso que existía se fue.
Fue casi como un piropo
algo hermoso
simple, pequeño.
Increíble pensar en la tristeza anterior
esa que partía el alma en dos
que llenaba de incertidumbre el clima.
Se preguntaba donde había ido,
donde había quedado,
era algo que se reciclaba.
Ella sentía que era imposible,
pero siguió un impulso y lo logro
porque él estaba ahí y ella por primera vez
en su vida no tuvo miedo.
Entonces creo un recuerdo perfecto,
esos que te hacen sonreír en soledad
y te acompañan cuando el mundo se derrumba.
Ella solo expreso lo que sentía
y él estaba esperándola,
fue entonces cuando se convirtieron en uno
y así andan por la vida,
por el mundo,
con el destino o la suerte,
(quién sabe)
de su lado.

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