viernes, 15 de noviembre de 2013

UN AMOR, TODA LA VIDA

Hoy me pregunté como será el instante en que llegas a tu casa después que el amor de tu vida murió. Hablo de esas parejas que llegaron a grandes, que recorrieron toda una vida juntos. Como será no volver a tomar un mate, a mirar la tele, a leer un diario, a despertarse sin que la otra persona esté a tu lado.
Ayer murió mi tía y yo sinceramente me lo pregunto.
Ella lo amaba a su marido, hablaba de él como si fuera una adolescente. Una que otra vez me comente si tal o cual actor era lindo "porque los ojos estan para ver" me decía. Y regresaba a su casa, al lado de su amor. Cuando recorrían el barrio juntos lo hacían tomados de la mano o del brazo como lo hacen los abuelos. Padres de dos hijos, abuelos de dos nietos.
Mi tía siempre hablaba de sus nietos, eran su todo. Las nuevas muecas, los nuevos caprichos, los nuevos arranques. Si algún día tengo el gusto les contaré el amor que le tenía.
Y pense en mis abuelos y en sus muertes. Cuando mi abuelo murió yo tenía la misma edad que uno de los nietos de mi tía, y hable con su papá (mi primo) y le dije que lo pensé mucho a su pequeño y que le diera un abrazo grande de mi parte.
Mi tía era mi madrina y de pequeña yo compartí muchos momentos juntos porque ella me llevaba a todos lados y era la modelo de su ropa cuando estudiaba corte y confección y una vez desfilé para ella. Viajamos incansables veces en tren y siempre que lo tomo la recuerdo, y ahora más, seguramente pasará cuando lo vuelva a tomar.
Mi tía hacía el arroz con pollo con el mismo sabor exacto que el de mi nona ¿y ahora como voy a volver a sentir ese sabor? Se fue.
Mi tía le estaba haciendo un saquito a mi hija que no le llegó a terminar y me pregunto como sería y en realidad no quiero saberlo, pero para el año también le regalo un saquito que lo guardaré por siempre.
Las cosas de la vida hicieron que no viera a mi tia hacía mucho tiempo, y en realidad no recuerdo cuando fue la última vez que la vi y creo que fue cuando salía de la quiniela, porque a ella le gustaba jugar todos los días un númerito y cuando yo estaba embarazada me tocaba la panza cada vez que la cruzaba para que le diera suerte.
La lloro hace unos días previos a que se vaya. Los recuerdos, las emociones. Hacía mucho que no tenía que despedir a alguien cercano.
En este momento exacto recuerdo las ultimas veces que la abracé y mis manos sintieron sus huesos.
A esta altura ya no se si no lo puedo creer o no quiero creerlo pero se fue.
No se en que momentos de la vida nos volvimos tan lejanas pero te voy a recordar siempre. Llena de besos y abrazos a los nonos, contale de Sophie, de mi y deciles que los amo!
Hasta siempre! ♥

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