Estaba con una camisa floreada la noche que lo conocí,
sus ojos claros iluminaban un mundo que yo no había percibido
hasta que se cambio, se transformo en un señor
y yo lo miré por primera vez y me enamoré.
Pasamos juntos varias primaveras hasta que sobrevino el invierno
arrasó con todo y en la nieve se perdió.
Le pregunté por él a las nubes y a los alces
y dicen que nadie lo ha visto
y en verdad yo no lo extraño porque no lo conozco,
él apareció en un cuento que no era mío
y alguien le contó a un amigo al pasar.
En algún lugar escuche la perfecta descripción y me enamoré
y sin querer lo encontré donde corta la avenida y se hace calle
tenía la camisa a flores, pude reconocerla como si siempre
hubiese estado allí y esos ojos claros y minutos después el traje.
Me saludó, me dijo que quería que volvamos a vernos y le creí
y desperté y seguí con mi vida
pero fue un sueño que jamás olvide.
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